Tu luz, mi sombra




Espero no despertarte…

Y parece que fue ayer cuando te desperté en mis palabras, simplemente es que cada día, me cuesta un poco más.


Y me siento cansado

Ausente de mí mismo


Duérmete conmigo, simplemente intento viajar a un mundo de voces y sin silencios. Intento alejarme de tu locura, de tus bocetos, incluso de tus recuerdos. Y te busco entre mil cartas, entre aquellas que nunca te escribí y en las que te gritaba una y otra vez que el silencio no forma parte del olvido. Me escaparé de tu luna tan solo para poderte ver, pero desde la distancia, como cada una de nuestras palabras, no de nuestros recuerdos.


Y en la soledad de los días

Salto de espaldas

Sobre un cielo que no es para mí


Y me pregunto cómo estarás, o si tu sonrisa es el verse más bello jamás imaginado. Y perderme en el recuerdo del brillo de tu mirada, y sentirme algo más vivo, y volar quizás, solo quizás, algo más cerca del sol. Te pienso y te dibujo entre delgadas líneas de lápiz y papel, tal vez esta carta vaya al viento, lejos, muy lejos de aquí. Que sea el viento quien acaricie las palabras, los recuerdos y las caricias que nunca tuvimos.


Si miras el horizonte

Verás mi silueta desdibujada

Estoy en tu olvido

No en mi recuerdo


Si soñamos será de espaldas al mundo, como aquellos locos soñadores que bailaban sobre nubes de cristal sin importar el qué dirán. Tu saltarás sobre el sol, agarrarás mi mano para hacerme un poco más de ti, yo me giraré y saltaré hacía la luna. Y la crueldad del verso, quizás de las palabras, es que el solo y la luna no pueden vivir juntos pero tampoco pueden vivir separados. Por eso la locura se apodera siempre del universo, y los versos no se escriben…se dibujan y se imaginan, para siempre, por siempre…

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