El lento camino al olvido



Te apagas

Me apago


Y como un triste verso escrito con la punta del lápiz más frágil, nos vamos borrando en la mente. Como con miedo, como sin palabras, pero con silencios. Poco a poco vamos apagando el sol abrazándonos lentamente al más triste silencio de la luna. Hablamos de eternidad pero sin palabras, poniendo un candado a un lado de la vida. Creamos la distancia, y esta se agranda sin nuestras palabras, y la distancia más corta se vuelve la más grande, tanto que casi podemos apreciar cómo nos perdemos y nos desdibujamos.


Por eso, quizás solo por eso, te escribo…


Quiero sentirme vivo

Ahora que estoy lejos

Muy lejos


Y nuestro cuerpo se apaga, y nuestra voz se guarda, se silencia, abraza al silencio y es incapaz de soltarla. Porque si lo hace nos sentimos vivos, ausentes pero vivos, locos, abstractos, pero sumidos en nuestro mundo de silencio a plena mirada. Y no queremos eso, juntos pero separados, cerca pero lejos. Porque nuestros mundos son distintos y siempre tuvimos miedo a juntarlos. Mis pasos caminan sobre aquellos nombres que silenciamos, los tuyos guardan con miedo mi silencio.


Y una vez más

Marchamos

Partimos

Pero no olvidamos


El cuerpo se apaga lentamente sin la voz, dejamos que las alas vuelen lejos del cuerpo. Solo fuimos unos locos más en un cuento que nunca escribimos. Y la razón no entiende de locura, y los labios no entienden de cercanía, solo entienden de silencio y de decirnos adiós aunque nos quememos por dentro. Si miramos al cielo ambos tenemos la duda, el deseo pero a la par el miedo. Por eso nos apagamos, nos desdibujamos…y nos guardamos en silencio.

0 comentarios: