Nuevo rumbo



Partir…

-Marchar-
-Caminar-


Pero siempre con los sueños en el mismo mar…

Y es ahora, cuando quizás, la simple necesidad de sentir mi propio aire, me empuje a caminar, a navegar por ese mar de vivos recuerdos donde un día fui libre. Quizás la paradoja de la propia palabra, de su propia existencia, sea el ancla que me aleja del mar. He mirado océanos que no eran míos preguntándome porque debía caminar, porque mis pies, o en este aspecto mis manos, no eran capaces de gritar.

Quizás, solo quizás, te estaba queriendo tanto, que me olvidé de vivir.

El mar a lo lejos, y yo en lo alto de la montaña, contando nubes de colores mientras sonrío, y siento el viento, y te siento cerca pero yo, desde este lugar, me siento lejos. Hemos aprendido que es posible vernos, que es posible escuchar la voz, la palabra, de sentir el suave tacto de la piel, de escribirnos cartas en silencio…pero mirándonos, no tocando la piel. Y allí, donde la locura me lleve, estoy seguro que me observarás, y sé que ansiarás gruñirme, de darme un tirón de orejas…

Siempre fui un niño

Con alas de ser mayor


Pero mi voz será silencio, y no es que te niegue la palabras ¿podría negarte el cielo? no, para nada. Pero no me pidas que no vuele porque yo ya estaré lejos, y nos veremos, y nos sonreiremos, pero libres…bien libres.

0 comentarios: