Quizás, solo quizás
He apagado las flores
de tu paraíso
Te escribí, una vez más, ciertas
cosas no varían con el giro de la luna. Quise gritar pero estabas dormida, las
cosas simplemente no iban como silenciaba. Me giré contra el sol, vi el mundo
arder ante el espejo, las cosas no iban bien pero te mostré que no había razón
para dejar de caminar. El tiempo pasa, y dibujo lo poco que quedaban de unas
nubes que nunca quisieron traer lluvia. No había luz a este lado de la luna.
Y a pesar de todo
Nunca dejé de sonreír
No quise despertarte, el cielo
aún debe girar, pero esta vez no existe viento para comenzar. Cerré la puerta
de casa, no quise mirar atrás, tú sigues dormida, en tu sueño, en tu silencio.
Por eso no quise gritar, por eso no quise hacer ruido, aún tienes mucho por
contar. Quizás esta vez el silencio pueda escucharte. Las cosas estaban
cambiando y yo tan solo quería ver el mundo arder mientras yo me difuminaba con
tus versos.
Cuando queda poco
Uno comprende que
seguir caminando
Lo es todo
Si despiertas verás las cenizas
de mi edén, prometo plantar un nuevo sueño en cada palabra. Y que el árbol
crezca, y que el silencio apague lo poco que queda de este cielo. Solo eran
nubes que no traían lluvia, y yo quería ser libre. Quizás salgas a buscarme, no
hay distancia que no puedas recorrer, lo escribiste en cartas que no quise
leer, y abrazarme para apagar el cielo, abrir la puerta de casa y volver de
nuevo al hogar…
Lo hiciste una vez
Y todo es infinito
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