Quise decirte tantas cosas…
Nunca fuimos al mar
Nunca quemamos las
olas
Déjame que cierre los ojos y te imagine a cada instante…
Mi silencio sabe a sal, a
recuerdos que no supe borrar. Ahogue las horas de sol, quizás así te diría
adiós para siempre. He vivido la noche, y lo sigo haciendo, al fin y al cabo
siempre fui un loco soñador de letras ocultas. Quise escribirte antes de
marchar, y me perdí junto al mar. Rehíce mis cadenas, quizás llegué tarde al
despertar, deje las sabanas medio dormidas y la luna en toda su plenitud, ella
me saludó, me dio los buenos días cuando marchabas a dormir.
Y buscaste en mi
silencio
Aquellas palabras que
no te di
Estuvimos locos
¿Recuerdas?
Solo suspiros sobre
el mar
No quise despertarte, tu viaje
continuaba sin mí. Y yo no era más que una carta sin escribir. Perdí mi corazón
en un silencio, por las calles de una ciudad que nunca pudieron apagarme. Me
abracé a la locura para alejarme de tu recuerdo. Y creí encontrarte en cada
palabra, en cada frase escrita, pero tú no estabas ahí, yo no estaba aquí. Solo
quedaba la soledad de los abrazos rotos, quizás nos queden recuerdos y algún
que otro verso que quemar.
Fui libre
-Grité-
Y sentí como tu vida
Se apagaba entre mis
labios
Hice de mi locura la mejor
condena hacia la libertad. Espero que cuando alcance mis sueños me puedas ver
desde el silencio: prometo sonreír sin mirar atrás. Supongo que algún día
volveremos a volar pero ahora, mi locura, mi condena, cuenta historias que tus
ojos, dulce verso del triste silencio herido, supongo que nunca verán. Si soy
libre es mi condena, si sueño despierto lo haré sumido en la nostalgia del
silencio pero siempre junto al mar.
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