Los silencios de un muro en el que abrazamos las palabras




Y solo queda la palabra



Lentamente

Como sin sombra

Como si siguieras en el mismo lugar



Y te escribo entre mis manos, entre los versos de la ausencia, entre el camino recorrido. Y sin echarte de menos, te escribo para saber, que aún sigues aquí, dibujándome entre tus manos mientras las palabras se convierten en silencio, mientras te recuerdo, mientras te alejas de mi.


Que tus manos han abrazados los versos, aquellas líneas que una vez escribiste, sobre aquellas que no hablabas pero que contaban las historias más humanas que jamás creí haber imaginado



-Y en cada una de ellas-

-No estabas tu-



Y que los muros del castillo, recordarán tus batallas, y simplemente, serán el recuerdo de una primavera sin palabras. Que lejos de recordarte con la lagrimas en la mejilla, lo harán con la sonrisa en los abrazos. Al fin y al cabo sabemos que estarás volando en otro lugar, allí donde envidiaremos con la más noble de la palabra, aquellos que tengan tus letras, tus palabras, tus versos al fin y al cabo. Porque sabemos que volverás, sabemos que tu vuelo, es un verso infinito, y tu, necesitas los muros de tu ciudad.



Y que tus abrazos

Solo serán

Las líneas de tu propio silencio



Que cuando regreses al hogar, contarás historias sin palabras, y no dirás, y ni siquiera escribirás sobre ello. Dejará que la sonrisa, sea la única palabra. Y que en tu ausencia, el cielo, seguirá teniendo cada uno de los acentos, cada uno de esos momentos, en los que tu, decías que era volar. Que la palabra permanecerá en el cajón de las cartas ya escritas, y que en cada una de ellas, no habrá nada, pero habrá de todo. Por eso cuando vuelvas...recuerda que es eternidad.

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