Y que la palabra, te abrace desde lejos...



Que de tus palabras

Solo serán los acentos no escritos

Aquellos que hablen



Y te abrace desde lejos…



Y no logre echarte de menos en cada uno de los latidos, que quizás, solo quizás, la tristeza de tu nombre no es más, que un vuelo infinito. Y que recuerdes, y que me escribas, en la soledad de tus palabras, y me digas.



Cuanto te hecho de menos



Y que en esta ciudad todos somos de silencio, todos somos esa voz, y tu, tu eres el recuerdo. Que a mi espalda no está más, que el reflejo de tu batalla. Que cuando lloras, la soledad se apodera de tu cuerpo, y a cambio, el mundo recibe una sonrisa. Que la soledad de tus palabras, no es más que el abrazo ante un mundo que quisiste que fuese para mi, y conocí el vuelo de tus alas, y el fragor de la batalla.



Y ahora

Eres silencio



Que el camino de tu batalla es silencio, que cuando te echaba de menos, comprendía que simplemente debías volar, y que la soledad tus palabras, era tan necesaria como ausente, como siempre estabas cuando hablabas de ti. Y si sonríes, sabré que has marchado, que simplemente te echaba de menos en cada uno de tus acentos, que simplemente, las cosas debían cambiar. Y tu, soledad de palabras escritas, sabía que yo, debía seguir el camino.



Que todo

Sigue en su lugar

Para cambiarlo



Que nada será igual, que debimos comprender que debíamos saltar, y luchar contra aquello que no nos pertenecía, dejar que la roca, fuese parte del mar. Sucede que a veces, te vuelves de tierra, y solo soy un acento más en el que tu, pusiste mi nombre. Que al fin y al cabo, se acepta, se reitera con la palabra el sonido del propio silencio. Y simplemente, comprender que solo era cuestión de escribir en cada palabra. Y en el silencio, dejar que tu voz...fuese parte de la eternidad.

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