Roca
Como si nada
Existiera entre nuestras líneas
Y te escribo desde lejos ahora que estamos cerca. Y te dibujo con el
silencio mientras suena aquellos recuerdos de una mañana cualquiera.
Roca
Solo era un silencio, uno de esos de tantos, de esos que no solemos
escribir en las líneas de nuestra vida. Porque en el camino, en ese
sendero que vamos dibujando en cada uno de nuestros pasos, tu, no
eras más que una roca. Alguien invisible, de una de esas personas
que sabes que están ahí, pero de las que solo recuerdas que apenas
se han movido del lugar, tampoco le pones nombre, pero está ahí,
como si tu nombre, solo fuese un boceto en un trozo de papel que
acabará guardado en algún lugar.
Tan solo fue un instante, uno de esos caminos que uno realiza por la
inercia de la propia vida. Y ahí estabas tu, como si quisieras ser
la roca a la que esta vez, debía mover. Y como si nada, todo comenzó
a cambiar, lentamente te describiste en cada silencio, te escribiste
en cada palabra, y soñaste en cada emoción. De la misma manera, me
fijé en el camino, en ese lugar donde estabas tu, en el mismo lugar
en el que también estaba yo, en el mismo lugar donde todo, se
convierte en vida, y esta en una realidad.
Y sucede
Y sucedes
Y abres tus brazos, cierras tus palabras y me dices que como es el
camino, como ha sido ese lugar en que no creíamos haber estados. Me
dibujas con tu sonrisa y un abrazo entre palabras. Quizás,
simplemente quizás, debíamos ser más de papel. Tus palabras me
dicen, tus palabras me cuentan, me escriben que no deje de mover las
alas, de la misma manera, tu silencio, esa voz con las que me cuentas
el porque de la distancia, me dice que estabas ahí, en tu lugar, en
un instante permanente de aquello que llamamos vida, de aquello...que
llamamos eternidad.
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