El aire ausente



Debería preguntarte donde estabas tú…

Te vi marchar

Lejos

Tan lejos

Que tu voz se hizo mi nombre

Y supongo, que todavía me seguirás odiando. Supongo que un día me limité a apagar la luz de tu mirada. Tu hiciste los pasos, las palabras, incluso los silencios. Nunca me escribiste pero siempre estabas ahí.  Supongo que habrás caminado mucho, supongo que tus pasos nunca fueron fáciles, si es que caminar con el recuerdo, alguna vez fue fácil. Poco a poco, casi sin voz, te fuiste convirtiendo en silencio. Como una gota de lluvia te perdiste en medio del mar.

Quizás fuese tu vida, quizás no fuese la mía. Ambos nos hablamos sin palabras, sin sonidos, solo con unos silencios que solo ambos podíamos entender. Y cuando lo hacíamos nos gritábamos mutuamente, casi hasta apagar la voz en mil lamentos. ¿Sabes? Un día tuve noticias de ti, el recuerdo me dijo que habías movido las alas ¿Cuánto tiempo estuviste sin hacerlo? Y no, solo son batallas que no eran tuyas…pero si eran mías.

¿Recuerdas? Un día ambos volamos sobre el mar, sobre las montañas, sobre océanos infinitos de palabras. Pudimos dibujar sobre el mar los versos que hicimos sobre la tierra. Un día dibujamos una cresta, y una lengua…y el abrazo más cálido del mundo. Jugamos sobre los charcos de una dulce lluvia, y mirábamos el arcoíris para hacerlo infinito. ¿Recuerdas? Un día ambos fuimos felices.

Es por eso

Quizás solo por eso

Que debimos gritar antes


Es por eso que ahora te veo caminar hacia mí lentamente, como con miedo, como si no fuera un regreso para siempre, como si el adiós siguiese vivo, bien vivo. Y ambos sabemos que nunca volveremos a caminar juntos, pero si por el mismo camino. Has cambiado, he cambiado, y el tiempo se ha acordado de nosotros. Nos hacemos viejos, el tiempo pasa y el cielo sobre el que debimos volar se apagó para no volver. Quizás, solo quizás…nunca debimos dejar de volar.

0 comentarios: