Hay silencios sobre
el mar…
Las olas se han detenido y he
visto el tiempo pasar. Me he apagado por un instante para recoger los retazos
de mí que dejé al caminar sin rumbo. Y le grité al ayer, dejé mi voz por un
instante antes de saltar y estrellarme contra el todo de lo que un día fue
nada.
Conté una historia
De versos hacía atrás
Y de caricias
ausentes
En las que tú no
estabas
He visto las nubes pasar,
simplemente me tumbé sobre el mundo mientras este se movía sin mí. Dejé pasar
el tren y me puse a caminar por las vías pisando cada piedra como si mis pies
estuviesen descalzos. Y en lo alto, allá en el cielo, las estrellas diciéndome
que no había vuelta atrás ni tiempo para una última canción. Por eso colgué mis
versos a mi espalda y me puse a caminar dejando caer los folios de tu ayer.
El mundo gira y me limité a no
ser parte de él. Apagué tus estrellas en mi mirada, en cada verso, en cada
promesa que se ahogaba en un vaso de cristal. Quizás alcancé un nuevo silencio…
Y te escriba
Y te olvide
Pero mientras tanto el mundo
girará y no seré parte de él. Me limitaré a sonreír mientras miro las cosas al
revés, sintiéndome libre con el silencio que creamos entre los dos. Hay luz en
esa oscuridad que me deja ver como nuestro silencio es parte de una vida que no
tuvimos. Y como el cielo, y todo su azul infinito, forma parte de nosotros
ahora que no somos nada. Quedan estrellas que encender, quedan silencios que
apagar…
0 comentarios: