Sus sueños ausentes




Miraron desde arriba
Para sentarse abajo


-Todo está invertido-

-Incluso la mirada-


Nieva sobre el desierto en medio de un oasis gris. Las palabras fueron silencios que se ocultaron tras un cristal. Nadie conoce a nadie, nadie observa su propio reflejo. Todos gritan, todos hablan, nadie se mira en el cristal. Arde la luna en mil batallas, solo los locos aguantan la corriente menos alterna. No hay nubes sobre las cuales caminar. Estas se hunden, no son firmes para sus sueños. No hay luna bajo el sol.


Limitados

Nuestros pasos borran

Lo más libre de nuestra existencia


Animales que hablan de personalidad. Silencios a espalda girada. Todos señalan, nadie lo hace ante su espejo, no existe, solo existe el de los demás. Gritan, pero no hablan, dicen, pero no reaccionan. Alzan sus manos, apuntan al cielo, la risa del sol no se puede dibujar en la luna pues todos se llevan su pedazo a casa aunque no les corresponda.


Y aquellos que viven

Son los que más gritan

En silencio

Siempre en silencio


He visto ángeles caer sobre mí, he ignorado todos los cielos, he abrazo sus infiernos ahogándome en silencio. Y aquellos que sufrieron, a aquellos que quisieron soñar, les he dado un trozo de cielo. Muchos viven, han roto las cadenas de la nieve en mitad del desierto. Y si viven que sea sonriendo, todo es un sueño muy real. Las miradas se giran buscando un instante en el cielo que no supieron encontrar. La voz es un silencio que se escribe con media palabra. Y solo algunos vuelan por el lado más humano de la locura.

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