Cadenas



Cerramos los ojos…


-Miedo-

-Aire-

-Libertad-


Hemos girado nuestras palabras sobre la necesidad del aire, después, quizás cuando ya ha sido demasiado tarde, hemos llorado por nuestros silencios. Cadenas que son palabras, palabras que nos encadenan a nosotros mismos. Dudamos, no pensamos, solo nos dejamos llevar por unas cadenas inherente, invisibles, y ante nuestra propia mirada ciega, imposibles de romper. Hemos subido los escalones hacía la cima de una montaña de la que creemos no poder bajar.


-Gritamos-

-Sentimos-


Encadenados a nosotros mismos, jueces y verdugos de nuestras condenas. Hemos olvidado la llave de la libertad, hemos negado nuestra capacidad de volar por el aire, simplemente nos limitamos a vivir mientras escribimos sobre libertad. Y si cerramos los ojos vemos que somos libres, que nuestras cadenas no son más que mera ilusiones alimentadas por nuestros miedos. Pero al abrir los ojos vemos que no somos más que presos de nuestras propias cadenas.


Con los ojos cerrados

Nadie tiene miedo

Solo ganas de volar

Y de sentirnos libres



-¡Grita!-

-¡Aún seguimos vivos!-


Nuestras manos son los silencios de nuestra condena, y por ellos llamamos locos a lo que se lanzan a la vida sin nada que temer, sin cadenas que arrastrar. Encadenados a unas horas inventadas, todos siguiendo la misma manada del propio ser humano, atados a algo llamado vida, sujetos a un todo que nos deja convertidos en nada. Olvidamos que soñar, pues hacerlo nos hace libre, no permite volar y dejar atrás nuestras cadenas. Somos presos de la palabra no pronunciada, del peso de nuestras propias cadenas, hemos olvidado que es vida, hemos aprendido cual es el sonido del acero al arrastrar nuestros pies.


-¿Vida?-


Atados a nuestras cadenas simplemente nos limitamos a olvidar que significa soñar…

0 comentarios: