Los abrazos en la noche: volabas, y escribías mi silencio



Y escribirte entre palabras

Y decirte en cada suspiro
El dolor de mis propias alas


Que dijimos que solo seriamos la palabra, y que nos abrazamos clavando en nuestro pecho, el dolor de una batalla ¿recuerdas? Sangraba a cada instante que no volaba, y solo tú lo comprendías. Y me decías que estarías ahí, decías que quizás mis alas habían olvidado mi nombre, que tal vez, debía haberme girado, y gritar contra todo, para no hacerme más daño, y dejar que mi brazo, dejase de hablar en silencio.


Comprendías que el ayer
Marca el ahora de las heridas
Y acaricias mis alas
Haciéndolas tuyas por un instante


Y caigo, me pierdo en mí mismo, me abrazas y comprendes, porque ansío volar. Y me dices que no te suelte, que no piensas hacerlo mientras duermo con abrazos con no son míos, siempre los negué, siempre rehuí de las palabras en mi camino, que sin ser mías, tenían mi nombre escrito. Sabes que necesitaba volar, y me abrazaste fuerte por ello, ambos sabemos que no habrá un mañana sin un vuelo hasta el final.


Espero que me perdones
Cuando suelte tus abrazos
Y me aleje de ti
Para ser parte de tu eternidad


Quizás no sea tarde, para seguir buscando la manera de buscar en cada verso, el acento de tu sonrisa. Quizás encuentres en cada uno de mis silencios, un porque a aquella vez en la que quise abrazarte tan fuerte, que comprendiese que yo no era eterno. Y sentirte tan cerca cuando de mí, estoy lejos. Que yo no puedo volar contra aquello que acabó ganando, que no quiero volar solo por él, por aquello que da vida, mientras se desangra por dentro en cada uno de sus silencios, que mi piel no es más, que el secreto de una palabra que conoces. Porque solo así comprenderé, que sin ti…podías ser eterna.

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