Quise escribirte antes de volar
-Quise decirte tantas cosas-
-Que acabé siendo silencio-
Y al dejarme llevar, te escribí una última carta…
Escribí un adiós sin palabras, quise que fueras parte de un
universo que no dejaba de gritar ¿recuerdas? Dijiste que estarías
ahí, pero olvidaste que era yo quien debía soltar. Te escribí una
canción en el silencio de tu piel, esa que nos mostraba la furia de
una batalla, y en tu voz una palabra, que hablaba de seguir adelante,
de luchar por aquellos sueños que hablaban de soledad.
Quería decirte tantas cosas, que te escribí una palabra. Quise
decirte que tal vez, no era la felicidad de mis propios gestos con
los que podía volar, no era yo quien lo hacía ¿recuerdas? Una vez
me dejé caer y tu no estabas ahí. Fue por eso que me dijiste, que
caminaras estando ahi.
Y de todo aquello
Tan solo queda soledad
Quise buscarme entre mi silencio, y cuando grité, me había alejado
tanto de ti, que no quería volver. Mis batallas eran solo mías. Y
me viste sangrar en varios silencios, viste como mi piel expresaba la
furia de aquello que me tenía prohibido, y me rompí en mil pedazos
para levantarme una vez más. Decías que estaríamos ahí.
Pero no dijimos por cuanto tiempo
No dijimos en que palabras
Estaba la ausencia de nuestra despedida
Y te busqué en cada uno de los recuerdos, quizás nunca sea tarde
para volar. Quise caer tu silencio, escribirte una vez más, antes de
decir adiós. Que cuando despiertes, cuando vuelvas al hogar que nos
vio crecer en la palabra no escrita, el muro ya estará levantado.
Porque si me preguntas si te eche de menos en tu ausencia, te
escribiré que nunca dejé de hacerlo.
Y por eso mismo
Decidí soltar
Porque tu sonrisa es el espejo con el que añoran ser las estrellas,
esas que nos miraban desde lejos para estar cerca, porque tus alas
nunca debieron cerrarse, porque tu camino debía seguir, tenías
sueños, y tenías las alas abiertas cuando me hablabas de ellos.
Decías que querías volar, que tenias un camino que recorrer. Me
hablabas de la libertad de los versos prohibidos, de los abrazos más
eternos, de estar ahí, cuando fuésemos a caer, en la soledad de la
palabra.
Y te escribí en mi silencio
Palabras que nunca te dije
-Distancia-
Soltar, las alas se abren y se deja caer, el vuelo de aquel ser que
se negaba a reconocer el porque de las alas, el sentido de las
palabras que no se dijeron. Y todas aquellas aventuras que debíamos
vivir, en la distancia, pero sin soltar de la mano, hasta que
decidiésemos soltar. Es por eso que quería escribirte una última
carta antes de volar. Podría hablar te de eternidad, de los abrazos,
de los versos escritos. Pero cuando regreses...yo ya no estaré ahí.
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