Cuando las palabras...



Cuando tus manos…

Sean de aire
Y el universo sea eterno

Cuando acaricies mis palabras, y duermas entre mis silencios, y te arrope dulcemente, con el tacto de cada acento. Y duermas, y sueñes, y vueles, por tu universo infinito, con tus manos en el aire, y logres tocar las estrellas, y me abraces, y desde lejos, escribamos todos los versos.

Cuando tus palabras sean mi sueños, y me abraces en cada palabra, cuando me digas suavemente, cuando fuimos eternos. Y soñamos ser de aire, y movernos en cada silencio, tan lentamente, que cada caricia se hizo verso. Y me digas que ante el espejo, simplemente dejé aquellos silencios, que escribí en el aire, cuando me digas que regrese, a lo que una vez fue mi hogar.


Y seamos aquello

Que una vez fuimos

Y que añoramos a cada instante


Cuando me escribas y no pongas, sellos en todas tus cartas, las palabras nacen libres y libres, deben ser. Y saltemos sobre las estrellas, con todo, incluso con aquello que harían gruñir a aquellos poetas, de los que tanto hablábamos. Cuando duermas entre mis manos, y estas caminen, cuando estas acaricien todos los acentos, y no encadenen ninguna palabra, así dijimos que debía ser, y simplemente, escribimos para guardar, en algún cajón, donde simplemente, se dibujaban silencios.

Cuando me abraces, y seamos la propia palabra, cuando mis manos, sean pasos sobre el silencio, pero que estos dibujen, y que digan, y que cuenten, y que cuenten la sonrisa igual que crean la lágrima, del mismo modo que crean los abrazos, así fue nuestro pacto.

Y así, cuando tus manos sean palabras…siempre seremos eternos.


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