Somos infinitos…
Es algo que comprendí cuando el
mundo, tal y como lo conocemos desde nuestro espacio más personal, me mostró
que a pesar del odio, del rechazo hacia ese egoísmo tan prioritario dentro de
nuestro silencio, las cosas deben cambiar, y señalarnos con el dedo, con ese
mismo que una vez, apuntamos a las estrellas para indicar el camino de nuestros sueños, ese con el que se componen las notas más triste, las más alegres, las
más sinceras dentro de nuestro silencio.
Y lo reconozco, odio el mundo tal
y como lo hemos consentido, tal y como un día comenzamos a asimilar que debía
ser, con esa frase que puede sonar poética, incluso elegante, una frase que con
pocas palabras, nos dice que mundo hemos consentido, solos en medio de la
multitud ¿recordáis? Solo era un suspiro en una pared sin nombre, solo eran una
serie de palabras, quedaban bien, decían más, y las omitimos, las dejamos ahí,
al fin y al cabo, solo son palabras.
Porque si algo rechazo es no ser
consciente del mundo que hemos consentido, no me gusta su egoísmo ¿acaso
caminamos en soledad? Si el mundo es redondo es porque es infinito, a pesar de
que hemos consentido que se levanten muros, que aceptemos la indiferencia ante
ti, ante todos, ante mí, porque al fin y al cabo el ellos también somos
nosotros, del mismo modo tu eres yo, y yo soy tu, y todos somos nada, y la
nada, hemos dejado que lo fuese todo.
Y me pongo de brazos cruzados
ante aquellas barreras que hemos levantado, porque seguimos siendo una imagen a
la que antes de poner sonido, ya le hemos puesto palabras, y lo siento, no
entro en ese mundo, y quizás, algunas personas que me conozcan, pondrán una
simpática sonrisa en su rostro, eso es lo que debemos crear, más sonrisas, y
permitir que la gente sea feliz aunque del mismo modo, apoyar cuando las
lágrimas, sean parte de nuestra voz, sean parte de nuestro silencio.
Supongo que debemos avanzar pero
sin renegar de sentarnos y apreciar el camino recorrido, y ayudar a los que
están cansados, y alentarlos a seguir caminando. Quizás una vez, comprendí que
el mundo es un lugar alucinante, pero a medida que avanzas por ese camino
llamado vida, comprendí que somos una raza egoísta. Y en ese mismo instante,
comprendí que no quería formar parte de ese egoísmo tan personal, lo siento, no
entro en ese mundo.
Y simplemente ahí
Soy solo silencio
Quizás nos quede un largo camino
por recorrer, en mi viaje puedo asegurar que he conocido la parte más eterna de
las personas, esa que me hace sonreír al recordar, porque al caminar por el
presente, compruebo el egoísmo de la raza humana, ese mismo que me hace querer
no formar parte de él, y elegir mi propio camino, aunque esté, lo guarde solo
para mí. Porque al fin y al cabo, en el universo…somos infinitos.
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