Y comprendimos que debíamos
volar…
Las palabras eran solo parte de
un silencio que gritaban, solos en medio de una sociedad en la que los pasos,
no eran más que poemas grises sin contar. Y fuimos parte de ellos, y fuimos
parte de ese camino gris que hace del ser humano, una raza sin nombre, una
especie sin acento, un verso escrito en ninguna parte. Quisimos comprender esa
parte del silencio, esa ausencia de libertad, esa canción que sonaba una y otra
vez sin que nadie abrazase sus palabras.
Y sentimos
Y guardamos
Cada uno de nuestros
silencios
Los pasos se realizan en la
tierra, los caminos se recorren al volar, y quedamos relegados a un silencio
que creímos que era el correcto. Renegamos de nuestras alas, el mundo no era
más que un cumulo de pasos grises sin sentido, y nosotros formamos parte de él.
Arrancamos nuestras alas, fuimos parte de un todo que lleva hacia la nada,
hacia esa parte en las que los sueños, solo son el baile de bellas palabras.
Soledad
Silencio
Sombras de nuestras
alas
Y llegó un instante, de esos
breves pero intensos, en los que el ser humano, grita, exclama y se detiene en
el camino, éramos parte de ellos, éramos parte de ese todo. Y comprendimos que
debíamos volar, que nunca debimos renegar de lo que éramos, que volar era algo
más que una necesidad, era un baile entre el universo y la libertad, y ambos
eran capaces de abrazar en la tristeza, de acariciar en el instante y de
comprender que a pesar de que solo somos un instante sobre el viento, siempre
seremos eternos.
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