Y quizás en la
palabra
El silencio marca siempre los abrazos
Yo no te echo de menos al
buscarte en un instante. Ni tu boca dice los versos de unas alas que no dejaron
de moverse. Yo no puedo ser lo que reniego junto aquel verso junto a tu océano,
junto a aquellos brazos, que acariciaron con la palabra, la suavidad de tu
silencio. Yo no puedo decirte que vuelvas, ni escribirte una vez más, como si
tus pasos fuesen el camino, que un día creí dibujado sobre una luna que no me
pertenecía.
Yo no fui tu
Ni siquiera fuimos
una parte
Separada de un todo
infinito
Que no puedo decirte que mis
palabras no son tuyas, que quizás solo fue un silencio entre las alas, que
quizás, solo fue un silencio entre los versos. Y no pude echarte de menos,
mientras buscaba entre la nada en un universo vació. Y quizás no me hayas
echado de menos, y hayas quedado a un lado de mi propio camino. Y te diré que
no te necesitaba en cada uno de mis silencios, mientras tú, permanecías en un
sitio que yo mismo describí.
Y quizás en tu regreso
Ese todo
Solo sea un tu
Que no dejas de ser
más que yo
Resulta que negar, lo del todo,
lo del ser distintos en las palabras, es negar que no somos, lo que somos
mientras lo fuimos. Que al fin y al cabo, en tu reflejo de luna repleta de
versos, no eras tú quien volaba, y describía en los conceptos, cada uno de mis
bocetos. Pues al fin y al cabo, cuando tú volabas, no eras tú. Por eso no puedo
echarte de menos, ni describirte a cada instante, pues tú, eres yo, y si
regresas a mi lado, comprenderemos que fuimos parte de ese universo que
comprendimos. Y que juntos, separados para ser uno…siempre seremos eternos.
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