Y el cielo, escribe estrellas sobre el mar…
Las palabras abrazaron el viento,
y yo me hice de papel, me dibujé en cada boceto, mientras a lo lejos, allí
donde se abraza el silencio, tu ciudad permanecía adormecida. Estaba tan cerca,
que casi creí que dormías, y cuando despertabas, yo regresaba a casa.
Y te escribía de
nuevo
Y permanecía
despierto
Y abraza mi propio
silencio
A lo lejos, en el silencio de tu
ciudad, mis palabras escribían distancia, las tuyas describían soledad. Y me
hice eterno, y me hice de piedra, mientras mi corazón, se volvía de papel.
Guardé mis propios bocetos, y al hacerlo, unas alas gritaron ser libres, más
allá del silencio, más allá de la propia palabra. Y cuando lo hicieron, tu
ciudad solo era un breve fragmento de una poesía que la propia luna escribió.
Y volamos
Y fuimos libres
Y fuimos lo que somos
ahora
Silencio
Las calles de mi ciudad escriben silencios,
y yo dibujo mi propio acento mientras suenan aquellas notas, de la canción de
tu ciudad. Las sombras de los poetas, me dicen que sea un poco más de ello, que
camine con mis pasos, mientras vuelo hacía tu universo. Las palabras de tu
ciudad, son un verso no escrito, es una de esas cartas que dejé bajo tu
almohada, de aquellas que el silencio quiso poner mi nombre, de esas que nos
enseñaron, de esas que nos mostraron, que siempre seremos silencio, siempre
libres.
Y que siempre, seremos eternos.
0 comentarios: