Ingravidez




Aquellas palabras eran solo parte

Del silencio de sus propias pisadas


La ingravidez de los versos…

Y de aquellos cuentos hicimos un terreno por el cual volar. Nos dijeron que solo las palabras, deben tener tierra sobre la que caminar. Nos escribieron a media espalda, dejando que nuestras alas se secasen con la última tormenta de una primavera que no supo cómo dormir. Nos dijeron que el universo solo es un lugar que no podíamos alcanzar, nos dijeron que las estrellas no son más que las letras de un poeta que escribía cartas sobre el mar.

Las alas no debían moverse, estas pertenecían a un lado de la realidad, y allí, los sueños no son más que líneas que se escriben en los días de silencio. Nos dijeron que los planetas, solo son instantes de un verso, rocas que se alejan de un mar que no deja de avanzar. Nos ataron las alas a su propia realidad, alejando de cualquier sueño, nuestras ganas de volar, nos dijeron que simplemente, debíamos caminar por la tierra que ellos mismos habían creado, que solo nuestros sueños, eran parte de nuestra propia personalidad.


Nos dijeron tantas cosas

Que se olvidaron que es volar


Una carta que no se escribe, ella habla de su realidad, de esa en la que el hombre, ha dejado de soñar, esa en la que la tierra, solo es un instante más. Las palabras se abrazan, se describen en silencio, y ellos solo quieren caminar.


Y es ahí

Donde pisamos la tierra

Dejando que todo

Comience a volar


Quisimos que nuestras alas, dejasen de ser parte del silencio. Y dejamos que nuestro propio universo, tomase forma de ingravidez, y dejamos que todo fuese, aquello que debía ser. Nos pusimos en el universo, y les escribimos en cada una de nuestras alas para que comprendiesen que es volar. Que la ingravidez no es más, que una forma de volar por la tierra. Y que el universo no es más, que un instante en aquello que llamamos…eternidad.

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