Sombra


 

 

Que escribí

Y que dije

Que volé

Pero no viví



Que las palabras más lejas, me desdibujan en mil pedazos..



Soy el reflejo

De una guerra sin acabar



Que una vez nos dijimos que era volar, que el cielo era un lugar lleno de palabras, y yo las quería escribir. La felicidad era un nombre que no se escribía, y que entre mil pedazos, siempre había uno para ti. Que los abrazos eran promesas de saber que ibas a estar ahí, que la distancia no era más que un segundo entre las manos.



Sabía que estabas aquí

Que sabía que estabas ahí



Y te transformas de entre la nada. Acabamos con los sueños, quizás alguna vez, alguien escriba una canción, quizás algunos, recuerden donde estaba la felicidad, quizás, solo quizás, me reencuentre con el silencio una vez más. Que cuando todo pasó, cuando nos convertimos en el silencio después de la tormenta, todos marchamos, que ya nada queda de aquel lugar. Me describo entre las manos que no navegan, entre los pies que se limitan a saltar.



Que me alejo del todo

Y de todo entre la nada

Que me transformo en la palabra

Descrita en un folio en blanco

Lejos

Lejos de aquí



Son solo caminos, y yo, decidí sentarme en el, romperme en mil fragmentos para ser silencio que solo recordar. Que una vez salté con las manos, y al hacerlo, compuse solo para mi. Nadie recordará los nombres, nadie llorará por la ausencia cuando el campo, quede desierto en medio de la ciudad.



Y recordé

Porque volé



Que la palabra siempre estará ahí, que me aíslo para no saltar, para no ser, para no hablar, ni describir. Y atrás quedarán los fragmentos de lo que fuimos. Solo espero atar mis cadenas contra mi mismo, alejarme en el silencio, para no golpear, para no decir, para no pensar, que una vez lo fuimos todo, y que una vez...fuimos la eternidad.


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Ahora, que rugiste en silencio contra mi mundo


 

 

Dijiste que son palabras



Que un día el vuelo

Sería solo para mi


Y aprendimos a querer, cuando todos querían olvidar. Me abrazarte y traspasaste, el ruido del silencio sobre mi. No debíamos esperar, que en algún lugar de ninguna parte donde los abrazos quedaban prohibidos, el tiempo no podía esperar.



Que todo se había perdido

En algún lugar donde todos

Querían olvidar



Despertaste la bestia que dormía, nada debía continuar, y encendí una palabra, quizás la lleve en mi equipaje. He roto todo mi cuerpo en mil fragmentos y me volví silencio. Era algo que dijiste que debía hacer, no debía negar una primavera en un invierno hostil. Dijiste que las lágrimas, iban a ser palabras que se guardan en los labios, mientras te muerdes por dentro y expulsas la rabia por fuera.



Muchos rieron



Otros

Se apartaron de ti



Señalaron con el dedo sin aprender a volar, y nos miramos con la calma de los pasos firmes pero sencillos. Me miraste antes de despertar, y me dijiste que sobre mis espalada, las alas deben sangrar con mi propio nombre.



Y dolerá

El silencio de tus palabras



Me dijiste que no podía esperar, me abrazaste con la razón del cambio en el sentido del viento. Comprendí donde estaba la sombra al amanecer, donde queda la guerra bajo mis manos, donde queda el silencio del verso, y como saltar al vacío...en búsqueda de la eternidad.


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