Saltas
Los silencios quedan
relegados
A una palabra antes
de la batalla
Y te lanzas a por mí, vienes a
por justo al anochecer
Me dices que vienes a ganar, en
una batalla que forma parte de ti. Cumples con tus palabras ante el silencio de
tus propias alas. Somos enemigos frente a frente que se lanzan con todo en una
batalla que solo escribió una palabra.
Y te conviertes en el hielo,
antes de lanzarte hacia mí. Fuego contra el calor de batalla que no escribí.
Ambos decidimos bailar con las espadas bien firmes, y me besas por un instante,
me dices que ansias la victoria que no te pude dar, me dices que formo parte de
ese pasado contra el cual me enfrenté.
Dicen las sombras que te vieron
saltar con la firmeza del viento, que ibas con todo, a ganar tu propia batalla.
Dicen que volaste tan alto, que incluso la luna te quiso abrazar, y por eso me
besaste, alzaste tus armas sin tiempo para reaccionar, y golpeas con tus labios
por no hacerlo con tu cuerpo, y juntamos las alas mientras el mundo observar el
fragor de la batalla.
He bajado desde mi
luna
Solo para darte un
abrazo
Antes de partir
Las espadas en todo lo alto, tus
manos sobre mí, y tu cuerpo describiendo la senda del silencio. Dicen que
marchaste en silencio, que cuando finalizó la batalla, quisiste renegar de mi
nombre, dicen que quizás, ya no lo vuelvas a intentar, pues cuentan que viniste
a buscar la guerra allá donde solo había paz.
Y regresé a mi lugar
Para seguir en mí
silencio
Cuéntame como te fue, como
supieron lo besos que nunca te dije, dime porque los abrazos, no deben ser
infinitos. Y te diré porque tu derrota, no fue más que una forma de ayudarte a
volar, y te contaré todos mis silencios, y te diré porque aquella no era mi
guerra. Que juntos haremos, de nuestra historia un verso, para anclarlo en cada
palabra, en cada acento, en nuestro propio campo de batalla.